para helarlos tanto de miedo
que ya no salís ni a correr
qué escribís desde tu país
que queda cada vez más lejos
donde nunca para de llover
pensar que te gusta el mar
pero cuando está ahí
ahogándote las pupilas...
barquito que se va
que se va
que se va
no vuelve nunca más
nunca más
nunca más
te negás a olvidar
el mapa hacia la isla perdida
donde te dejaste el reloj
te negás a volver
a quedarte, a seguir, a todo
los buitres te miran con fe
qué viento entró en tu jardín
para desnudarlo así
¡sólo unos huesos grises quedan!
hay que cerrar el portón
entra hiel
entra hiel
naufragio qué solo estoy
aquí estoy
aquí estoy
el otoño cae sin piedad
hay que cerrar
que cerrar
la noche se va a alargar
qué señal
qué señal...
y otro barquito que se va
que se va
que se va
no vuelve nunca más
nunca más
nunca más
.
6 comentarios:
Escuchando balmorhea, respirando otoño, por más que la plaza (ta) te enferme.
(aplausos)
extraño té.
PÉRDIDAS, OTOÑOS, SOLEDAD...TRISTEZA...¡QUÉ TRISTE LA TRISTEZA!
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