en el fondo no existe












–En el fondo no existe.
–¿Qué cosa?
–No, no entendiste. En el fondo no existe.
–Pero ¿quién?
–No, a ver: “En el fondo” no existe.
–... ah. ¿Y por qué?
–No, no hay por qué. No hay fondo ni por qué. Hay sólo esto.
(el interlocutor se desvanece en silencio)